Manta Swaddle: Todo lo que debes saber

En este artículo, te explicamos los beneficios clave de las Mantas Swaddle y cómo aplicarlas de manera segura.

Beneficios de usar una manta Swaddle

Confort y seguridad: Las mantas swaddle recrean la sensación del útero materno, proporcionando un entorno cálido y envolvente que tranquiliza al bebé.
Mejor calidad de sueño: Al limitar los movimientos bruscos causados por el reflejo de sobresalto, el bebé duerme más profundamente y durante más tiempo.
Regulación de la temperatura corporal: Las mantas diseñadas con materiales transpirables, como el algodón pima, ayudan a mantener una temperatura corporal óptima sin sobrecalentar al bebé.
Reducción del llanto: Al sentirse más contenido y seguro, muchos bebés tienden a llorar menos, lo que favorece una experiencia más relajada para padres e hijos.
Promueve la transición postnatal: Facilita la adaptación del bebé a su nuevo entorno fuera del útero, reduciendo el estrés y aumentando su bienestar general.

Técnica segura para envolver con una manta Swaddle

Aunque el swaddling es beneficioso, es esencial hacerlo correctamente para evitar riesgos. Aquí te dejamos los pasos de una de las formas de envolver a tu bebé de forma segura:

Posiciona la manta: Extiende la manta en una superficie plana y dóblala por una esquina para formar un triángulo.
Coloca al bebé: Coloca al bebé boca arriba sobre la manta, con la cabeza justo encima del pliegue del triángulo.
Envuelve el primer brazo: Toma un extremo de la manta y envuelve el brazo izquierdo del bebé, llevándolo hacia el lado derecho del cuerpo. Asegura la manta debajo de su espalda, dejando libre el brazo derecho.
Dobla la parte inferior: Sube la parte inferior de la manta sobre las piernas del bebé, dejando suficiente espacio para el movimiento de las caderas y las piernas. Esto ayuda a prevenir displasia de cadera.
Envuelve el segundo brazo: Toma el otro extremo de la manta y envuelve el brazo derecho del bebé, llevándolo hacia el lado izquierdo. Asegura la manta firmemente debajo del cuerpo, pero sin apretar demasiado.

Consejos adicionales para un uso seguro

Evita el sobrecalentamiento: Asegúrate de que la habitación tenga una temperatura adecuada y usa mantas de materiales ligeros y transpirables.
Supervisa el sueño: Siempre coloca al bebé boca arriba al dormir y asegúrate de que la manta no cubra su cara.
Deja de usar el swaddle a tiempo: Cuando el bebé comience a rodar por sí solo (generalmente alrededor de los 3 o 4 meses), es importante dejar de envolverlo para evitar riesgos de asfixia.

Las mantas swaddle pueden ser una gran aliada para las primeras semanas del bebé, siempre que se utilicen de manera segura. Siguiendo estas recomendaciones, podrás brindarle a tu bebé el confort y la protección que necesita para descansar mejor y desarrollarse en un entorno seguro y amoroso. ¡Prueba esta técnica y observa los beneficios por ti misma!